domingo, 20 de octubre de 2013

Egoismo de culo

  Y es que no puede ser. ¿Se han dado cuenta ustedes de la de gente desconsiderada, poco generosa y nada caritativa que hay por ahí? ¡Con la situación como está!
   Montones de personas van por la calle con un culo que serviría para que se sentaran tres. ¿Lo comparten? No, no, no. Son ansiosas y avariciosas y se quedan su culo para sí mismos. ¡Con lo fácil que sería dejar que con su culo se sentara otra persona más, u otras dos (en algunos casos hasta podrían ser cuatro). ¡Y no será porque no haya gente necesitada de culo! Los hay, los vemos día a día caminar cariacontecidos o llevando su circunstancia con entereza, e incluso simulando alegría; gentes que al sentarse notan los huesos contra la silla, que precisan desesperadamente de los cinturones, personas a las que la zona holgada del pantalón destinada a contener el culo les queda flácida y arrugada. ¿Inspiran acaso estos pobres culiplanos alguna misericordia a los acaparadores culeros? ¡No! Los observan sin apiadarse de ellos mientras piensan -que se ganen el suyo, ¡yo me lo he trabajado y  mi culo es para mí!-.
  Por todo esto digo que esta sociedad está cayendo ya en su declive. Pero como que hay ...algo en el cielo (había algo ¿no? eso me dijeron al menos, era ketchup creo, o quizá una rana) que no me quedaré impávido ante semejante degeneración. De momento quede aquí mi denuncia, más adelante tomaré medidas harto radicales de las que, si duda, tendrán noticia...

  Que la fortuna os aguarde tras la esquina oscura

1 comentario:

  1. Bien se ve, JA que no has padecido nunca de culo gordo.
    Lo cierto es que estas personas tan insolidarias ocupan espacio público en detrimento de los demás.
    Semejante comportamiento incívico podría ser sancionado por los Ayuntamientos mediante la correspondiente multa.
    Por otra parte, este solo hecho justificaría el establecimiento de una tasa estatal o autonómica a pagar según un tipo de gravamen progresivo de tal manera que a mayor volumen de tafanario, debería pagarse una tasa más elevada.
    Y por parte de las autoridades de Tráfico, debería exigirse reglamentariamente una señalización especial, como unas luces de posición en los extremos del trasero que sobresale de los ciclomotores, para garantizar la seguridad del pasajero gordo, sin perjuicio de cobrar una contribución especial por ocupar un mayor espacio en los carriles de circulación.
    Es lo más justo.

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