Recientes hechos acaecidos durante mis vacaciones estivales (...¡ah! la playa, los sarpullidos, los covacacionantes insoportables...) me han hecho llegar al siguiente considerando: ¿Somos todos conscientes de que los hombres tienen polla?
En infinidad de anuncios, películas y manifestaciones varias aparecen mujeres ligeras de ropa enseñando con toda libertad todos sus encantos, para disfrute de quienes de semejantes encantos disfrutan. Pero no rige similar libertad para los atributos masculinos, escatimados a más y mejor con una mojigatería digna de victorianos tiempos. Más allá aun de lo anterior mi sentido de la igualdad entre sexos (es que uno es muy evolucionado y tiene de eso) me chirriaba al notar como toda mujer que pone en evidencia su sexualidad resaltando, con elegancia eso sí, sus senos, caderas o cintura es considerada objeto de deseo o ejemplo a seguir según el caso, e incluso en algunos casos ambas cosas a la vez y sin embargo cualquier hombre que evidenciara de manera alguna poseer pene es tachado de obsceno desagradable e incluso rijoso. Parece haber una ley no escrita contra bañadores ajustados o semitransparentes que no rige sin embargo para las féminas. Los pantalones de una estrechez reveladora son considerados de mal gusto en los caballeros mientras que en las señoras son el colmo de lo "in" y lo "cool".
En suma, en algún momento dado que me pasó inadvertido se nos ha prohibido tener polla, o al menos hacerlo notar, como si el simple hecho de tener atributos masculinos siendo de género masculino fuese pecado, como si hubiera que avergonzarse en público de lo que siempre ha sido nuestro orgullo "sottovoce".
Quiero, por tanto, yo rebelarme desde este rincón apartado contra tanta mojigatería, tontería y afectación y declarar al mundo con orgullo el hecho de que soy hombre y por lo tanto... ¡TENGO POLLA!
Que la fortuna os aguarde tras la esquina oscura.