jueves, 6 de febrero de 2014

Opción de Libertad

   En este mundo bienpensante, bienhaciente (esto último no tanto) y bienhipocritizante vengo a reclamar libertad. ¡Sí! ¡Libertad! La inmensa, ingrata y mal reconocida libertad de ser hortera. Porque, ¿qué hay realmente de maligno o inmoral en combinar verde manzana con fucsia?, es más, ¿es el fucsia un color perverso en sí mismo? ¿Qué tiene de indecente usar al tiempo cuadros y rayas?.
   Aquellos que se creen depositarios y valedores de la "única" moral existente nos intentan convencer de que los flecos y las chorreras son abyectos, que resultan nocivos para la humanidad y que pervierten a nuestros menores. Y yo me pregunto: ¿Por qué? No será acaso un tipo de cobardía social que nuestros Prohombres apoyan y nuestros Sumos Sacerdotes fomentan? Diera la impresión de que existe pánico a que cada uno sea cada uno y no uno más (aquello de "another brik in the wall") Como si por llevar sandalias en invierno y, por ende, con calentadores a lunares o peinarse trencitas con lacitos de colores siendo un señor obeso llamado Manolo se fuese a hundir la cultura occidental.
   Da que pensar esa obsesión por la uniformidad y ese mirar mal del tradicionalismo aposentado hacia todo lo que no sea convencional y reconocible. ¿Tanto miedo da que la gente piense por sí misma? ¿Tan terrible sería que todos tuviésemos voluntad propia? ¿Y no será que todo el mundo quiere que todo sea a su manera y los que tienen más poder lo consiguen? Sea como sea yo continúo mi pequeña rebelión burguesa llevando cosas que supuestamente no debo y peinándome como en principio no debería, y todo ello sencillamente porque me gusta lo que me pongo, pero sobre todo porque me gusta ser yo.

   Que la fortuna os aguarde tras la esquina oscura

2 comentarios:

  1. Gracias por expresar lo que sientes,... por mi parte, siento que existe un mal habito muy enraizado en nuestras culturas de que creemos que somos superiores cuando conseguimos que otros hagan lo que yo digo, es decir: "a mi manera"... y si, ese poder externo que hemos fabricado nos da una sensación muy concreta de lograr imponer a otros mis maneras, sin importar que sean estúpidas... ¿Has pensado en esto? que inclusive el poder externo mas fuerte de todos necesita de una decisión interna (poder interno) para ser utilizado... es decir que todo poder externo en realidad depende de nuestro poder interior, solo que no nos damos cuenta y nos engañamos... Gracias por tener tu propio criterio, que paradojicamente, es el que te hace descubrir el verdadero sentido común, el menos común de lo sentidos (dicen muchos)

    ResponderEliminar
  2. Mmm... el hecho de que el poder opresivo del grupo no sea más que el ejercicio irresponsable del poder individual..., interesante e inquietante al mismo tiempo. Muchas, muchísimas gracias, pensaré en ello.

    ResponderEliminar

Aquí podéis sacarme los pellejos